Poema #268.
Los heraldos negros.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como el odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
César Vallejo.
Poeta peruano nacido en 1892 y muerto en el año 1938 en París. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX. Publicó en Lima sus dos primeros poemarios: “Los heraldos negros” (1918) y “Trilce” (1922). El primer poemario al que, por supuesto, pertenece este poema, tiene ciertos rasgos aún modernistas pero también aspectos que ya buscan diferenciarse con una voz personal e innovadora.
Hay versos o palabras que se vuelven absolutamente universales, que transmiten un sentimiento más allá de cualquier sentimiento personal. Eso pasa con el sencillo verso que repite en este poema: “Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!”. Golpes como estos nos dejan desamparados ante la vida que sucede, desorientados. Nos suceden a todos, de formas diferentes, sin importar la latitud ni la vida que llevemos. Vallejo refuerza con las repeticiones y el ritmo del poema la expresión del dolor que nos causan estos heraldos negros. Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
@SaetasdeLuis