Poema #288.
Te lo ruego, dulce Ipsitila mía,
encantos y delicias de mi vida,
invítame a tu casa por la siesta
y hazme este otro favor, si es que me invitas:
que nadie eche el cerrojo de la puerta
y ten tú la bondad de no salir.
Mejor quédate en casa preparada
para echar nueve polvos sin parar.
Aunque invítame ya, si vas a hacerlo,
que acabo de comer y, panza arriba,
atravieso la túnica y el manto.
Catulo.
Poeta latino. Nació en Verona en el año 87 a.C. y murió en Roma alrededor del 57 a.C. Estudió en Roma, donde se enamoró de Clodia, casada con el gobernador de la Galia Cisalpina y hermana del tribuno Plubio Clodio Pulcro, enemigo de Cicerón. Muchos de sus epigramas y versos son en relación a ella.
Éste es de sus epigramas directos y vulgares, sin metáforas herméticas ni imágenes profundas, Catulo utiliza sus versos para clamar a una mujer -Ipsitila, en este caso- que le deje la puerta abierta para encontrarse, encuentro en el que espera hacérselo nueve veces seguidas, puesto que el ímpetu sobresale de su túnica y su manto. La poesía queda al servicio de las necesidades primordiales del poeta.
@SaetasdeLuis